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LA BERENJENA ESTALLA. LA TIERRA DUERME
y de pronto en el paladar toma
su verdadera esencia. La berenjena,
el calabacín, la calabaza. Los tomates,
las patatas. No es
una lección de cocina este poema sino
sólo un canto a la naturaleza, a sus elementos
y las fuerzas que en ellos se congregan. El sol
y el aceite son hermanos y en el Mediterrán...